domingo, 20 de abril de 2014

Los segundos

Dicen que el tiempo es oro, aunque nadie lo ahorra ni lo intercambia por cosas. muy por el contrario hay quien lo asesina y, en lugar de vivir la vida con intensidad, mata el tiempo.
Hay quienes piensan que los días son cortos, y que el tiempo es poco si se lo pasa a gusto. Tal es así, que un día de viaje puede durar un minuto, aunque un día en la cárcel puede durar años. El tiempo, se entiende, es relativo. Existen personas que lo despilfarran y lo usan sin privaciones, y regalan el cambio cuando sobran minutos de a cinco o de a diez.
Matias era un viejo que tenía la teoría de que si se juntaba el tiempo, y se lo ahorraba y se lo usaba bien, este rendía mas y la vida podría así ser más larga. Era por esto que tenía la costumbre de agacharse como a buscar algo del suelo cada vez que veía a un tipo que desperdiciaba los momentos que a él le faltaban.
Todos en el pueblo lo veían agacharse cuando alguien pasaba, pero no sabían por qué lo hacía. Notaban, sí, que hacía esto sólo cuando se topaba con ciertas personas. Y una vez, alguien le preguntó:
- ¿Qué hace, don Matias?
- Junto los segundos que él dejó caer.
- ¿Los segundos, para qué?
- Sí, los segundos. Son valiosísimos, todos los dejan porque piensan que no suman si no vienen de a horas, pero después de todo es de  segundos, como corre el tiempo.