jueves, 16 de enero de 2014

Potosí I: EL TIOS

Las máscaras, que representan diversos rostros del alma colectiva, tienen la posibilidad de llevarnos al umbral del mundo de lo intangible, un mundo mágico, creativo, metafórico e impalpable; están profundamente enraizadas en nuestra naturaleza humana y con una extraordinaria fuerza tanto individual como colectiva.

 

En Sucre nos encontramos con la mascara del Tios de las minas, lo que nos conectó con Potosí, el Cerro Ríco, una mina que lleva siglos abierta.
De sus casas salen persignandose, que los ayude Dios, que no les pase nada.
"Afuera creemos en Dios, que es el salvador, pero adentro de la mina las cosas cambian, es decir, estamos entrando al mundo del satanás, estamos entrando dentro de la tierra". Entonces dentro de la mina deben creer en satanás, el diablo o como les dicen los mineros el Tios.. "Le pedimos un favor a él dentro de la mina, la protección. Creemos en dos partes".
¿Por que Tios?
Cuando llegaron los españoles, los indígenas pensaron que eran dioses mandados del cielo, pero no solo no eran dioses ni venían del cielo, sino que llegaban para hacerles males terribles. Los mandaban a las mitas, eran trabajos forzados (20 hs trabajando y 4 hs de descanso, durante 6 meses sin salir de las minas). Los indígenas no quisieron eso, no querían trabajar mas dentro de las minas, preferían morir, y murieron.. 8 millones de indígenas fueron sacados muertos de las minas potosinas.
Como los aborígenes creen en muchos dioses, los españoles construyeron una estatua (era un hombre con cola y cuernos) y les dijeron que era un Dios que los protegería dentro de la mina si hacían lo que debían, si no trabajaban ese Dios los mataría.
En el alfabeto Quechua no existe la consonante "D", entonces los indígenas a este "Dios de las minas" le decían Tios o Tio.
Gracias a las mascaras las antiguas sociedades pudieron comunicarse con sus deidades. Pero también nos recuerdan que, tristemente, la historia se repite. En las minas de la región andina de Bolivia se siguen buscando oro, plata, plomo, estaño, cobre. Trabajan bajo condiciones infrahumanas: a temperaturas altísimas,  son niños, hombre o ancianos dentro de las minas, día y noche, sin comer ni descansar; la coca es su única compañera..

"En lo profundo del Cerro estabas, en un colchón de hojas de coca, con un cigarro en la boca y con alcohol rociado sobre tu rígida figura de barro y metal. Allá en el agobiante y espeso, polvoroso y ya respirado aire de esa mina, en el silencio del descanso. Cuando se apagó la última linterna y volvió todo a su estado natural, oscuridad. En ese instante, dejaste de ser mito, eras verdad.  Tio de la Montaña, Dios de los Mineros."



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